8 ago 2012

DE SILLETEROS Y ARRIEROS
«Antioquia es la comarca que más se distingue por la dificultad de sus comunicaciones. Su acceso es difícil porque está rodeada de montañas ásperas» Humboldt

Los arrieros eran básicamente hombres que dirigían a una o un grupo de mulas  caballos, burros o bueyes los cuales cargaban mercancías a sus lomos, pero sería corto de mi parte quedarme en eso.

En Colombia más específicamente en una de sus provincias Antioquia  que en ese momento comprendía también el eje cafetero incluyendo Quindío, Risaralda y Manizales, el arrierismo se remonta a una labor más difícil y pesada llamada carguerismos o silleterismo:esta consistía en llevar a lomo de espalda sobre una silleta (especie de repisa de gran tamaño que se llevaba sobre la espalda) mercancías (en el caso de los cargueros, o los campesinos dedicados a la siembra de flores varias en el corregimiento de santa helena) o incluso personas (en el caso del silletero), los silleteros y cargueros soportaban largas y extenuantes jornadas con pesos de más de 75 kilos a la espalda caminando por la montañosa geografía Antioqueña.

A esta tradición se dedica el desfile de silleteros que todos los años se hace en la Feria de las flores el 7 de agosto, básicamente la tradición de la silleta se perdió con el uso de la “bestia de carga” lo que conformaría los inicios del oficio del arrierismo, este fue tardío pues el uso de corceles u otros animales era imposible antes ya que los senderos en las montañas no eran aptos para ser transitados por estas bestias.

“Se dice en este país "andar en carguero", como quien dice ir a caballo, sin que por esto se crea humillante el oficio de carguero, debiendo notarse que los que a él se dedican no son indios, sino mestizos y a veces blancos... no es el paso del Quindío el único punto donde de este modo se viaja; en la provincia de Antioquia, rodeada de terribles montañas, no hay otro medio de escoger sino el de andar a pie, cuando la robustez lo permite, o encomendarle a los cargueros".
ALEXANDER VON HUMBOLDT

Algunos de los campesinos de Santa Helena aun usaban las silletas para trasportar sus flores y otros productos y comerciarlos en la “Bella Villa” de Medellín aun manteniendo esta vieja tradición así el carguerismo y el silleterismo se unificaron bajo un solo oficio, En el año 1957 a don Arturo Uribe Arango se le ocurrió invitar a algunos de estos campesinos para un desfile que buscaba mostrar la belleza de las flores Antioqueñas y entretener, convirtiéndose en una muestra de la tradición berraca y trabajadora del Paisa en base a esto se empezó a premiar el mejor arreglo floral y empezaron a aparecer silletas con arreglos florales que trasmitían imágenes.

Mientras ocurrió todo esto, los arrieros tomaron el lugar de los cargueros y silleteros como colonizadores y trasportadores de materias y personas en la montañosa geografía Antioqueña, Una a base de Bueyes y otra a base de mulas.

“La diferencia del buey con la mula es que en la arriería de bueyes hay que madrugar porque el buey se cansa.  La garantía que tiene el buey es que pa'l buey no hay camino malo, no hay camino malo; puede ser un solo charco puede ser cualquier falda y sube con la carga, ¿cierto? Lo que tiene el buey de malo es, pues, que le rinde menos el camino, el buey anda muy despacio". H.G.

Desde huevos y piedras preciosas hasta pesadas mesas de billar fueron trasportadas por los arrieros y sus bestias, la tradición de la silleta hizo que el encargado de transportar fuera un hombre de gran fuerza y temple, y con el arriero fue igual era necesaria un voz potente y una fuerza de cuerpo y espíritus para controlar al animal con su pesada carga por esos difíciles caminos.

 Por factores culturales o religiosos de la época el trabajo era el “elemento dignificante por excelencia, La dureza y la pericia en el oficio dieron un orgullo a la vida y el trabajo colmó todas las expectativas siempre y cuando fuera rentable” por eso el arriero tubo fama de honrado,  y a la vez de mal hablado y tosco pues para motivar sus bestias solía usar grandes insultos.

"Esto era muy bonito, esa fortaleza en los cristianos, fortaleza en las mulas y fortaleza en todo. Una señora no tenía un hijo, ni dos, ni tres, sino ocho, diez, eso era una señora, en ese tiempo. Los hijos no había uno que se distinguiera, todos valientes para trabajar aquí para la fuerza”.

Las Fondas eran sus puntos de descanso pero después profundizare sobre estas.

Y así entonces entre la tradición paisa se hicieron valores de importancia los de la Honradez, la meritocracia, el espíritu productivo de alguien que trabaja duro y espera ganar conforme a lo que suda, valores de tradición y berraquera  más que por nostalgia movidos por el orgullo todos salidos de esa estirpe arriera y silletera, dura y honrosa, bastante distinta nuestra modernidad...

SALVEl LA TOSCA TRADICIÓN MONTAÑERA!!!


(Tomado de brutalyarriero.blogspot.com)

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