ASÍ SE TROVA EN
COLOMBIA
"Pueblo hermoso el de Colombia
De calidez sin igual,
Emprendedor y festivo
Acogedor y cordial”
“Pueblo que sabe brindarse
Con entusiasmo y esmero
Abnegado y laborioso
Sensible, franco y sincero."
Cantas, trovas, piquerías, décimas, contrapunteos, rajaleñas: he aquí la magia del verso rimando las palabras que se fugan del cerebro y trasegan como juglares los caminos de la patria.
Las TROVAS del arriero paisa en la fonda caminera contándole sus penas a la noche o
alegrando el oído de su amada. El veloz CONTRAPUNTEO de los llanos
robando la armonía del estero y la cadencia de la palma para tejer joropos
repentinos con los capachos, el cuatro, y el arpa encantada. Coplas de
RAJALEÑA que recogen la tradición del Tolima Grande en la tonada del tiple
que matiza el movimiento del chucho, la esterilla, la marrana y la ancestral
tambora. La CANTA Santandereana, torbellino que recorre diapasones de
tiples campesinos que improvisan esperanzas y cantan amores con dulzor de pina
lebrijeña.
Dos mentes
de fina espuela protagonizan el hábil forcejeo del verso en La PIQUERIA donde cada redondilla se
toma el "rumbón" descomplicado. Piquería de acordeón y
guacharaca que en las tarimas pueblerinas va evocando a Duran y Juancho Polo.
Tan libres
como el viento en la sabana, las DÉCIMAS fluyen de la mente y la garganta
en las arduas jornadas del vaquero, y enardecen el espíritu costeño en la
palestra, haciendo gala del sentir de un pueblo.
Las Trovas del CINCO Y SEIS, cantándole al valle del cotero y del
ingenio, del pescador mulato, de la salsa, el café y el artesano. Trovas que se
mecen como cañas en la armonía de un bambuco colombiano.
CANTAS de
Boyacá y
Cundinamarca que narran
el quehacer de los abuelos y se proyectan construyendo patria, con acordes de
tiple y trinos de flauta sembrados en el alma colectiva como minas de sal y de
esmeralda."
La
improvisación se
convierte en arte cuando Los Marinillos
(Minisicuí y Gelatina) entonan sus rimas y ponen a prueba esa capacidad
innata, que sustentada en un cuidadoso trabajo de investigación, da como resultado este sincero
homenaje a la cultura popular. Homenaje y contribución a la vez, porque precisamente,
esfuerzos animadores y refrescantes como éste son los que necesita con urgencia
Colombia.
Nunca antes
se había
presentado, con tanto éxito y calidad, una muestra de nuestra riqueza oral con
las posibilidades de permanencia y difusión que tiene un disco. Y nos llena de
placer que sean Los Marinillos (los jóvenes Minisicuí y Gelatina) quienes
en oportuno experimento nos ayuden a reconocernos como país y como hermanos.
(Cortesía Fabio Ortiz)
mas trobas
ResponderEliminarmas trobas
ResponderEliminar